A Jesús Sacramentado
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Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de ti se equivocan la vista, el tacto, el gusto, pero basta con el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la cruz se escondía sólo la divinidad, pero aquí también se esconde la humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió el ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomás, pero confieso que eres mi Dios; haz que yo crea más y más en ti, que en ti espere, que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que da la vida al hombre; concédele a mi alma que de ti viva, y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso pelícano, límpiame, a mí, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo escondido, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro ya no oculto, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén. |
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Adóro te, devóte,
latens déitas,
In Cruce latébat
sola déitas,
O memoriále mortis
Dómini!
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Canta, lengua, el misterio del cuerpo glorioso y de la sangre preciosa que el Rey de las naciones, fruto de un vientre generoso, derramó como rescate del mundo. Nos fue dado, nos nació de una Virgen sin mancilla; y después de pasar su vida en el mundo, una vez esparcida la semilla de su palabra, terminó el tiempo de su destierro dando una admirable disposición. En la noche de la última cena, recostado a la mesa con los hermanos, después de observar plenamente la ley sobre la comida legal, se da con sus propias manos como alimento para los Doce. El Verbo hecho carne convierte con su palabra el pan verdadero con su carne, y el vino puro se convierte en la sangre de Cristo. Y aunque fallan los sentidos, basta la sola fe para confirmar al corazón recto en esa verdad. Veneremos, pues, inclinados tan gran Sacramento; y la antigua figura ceda el puesto al nuevo rito; la fe supla la incapacidad de los sentidos.
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Pange, língua, gloriósi Córporis mystérium. Sanguinísque pretiósi, quem in mundi prétium, fructus ventris generósi Rex effúdit géntium.
In suprémæ nocte cœnæ, recumbens cum frátribus, observáta lege plene, cibis in legálibus, cibum turbæ duodénæ se dat suis mánibus.
Verbum caro, panem verum, Verbo carnem éfficit, fitque sanguis Christi merum, et si sensus déficit, ad firmándum cor sincérum sola fides súfficit.
Tantum ergo Sacraméntum venerémur cérnui; et antíquum documéntum novo cedat rítui; præstet fides supplementum sénsuum deféctui. Genitóri, Genitóque laus et iubilátio; salus, honor, virtus quoque sit et benedíctio; procedénti ab utróque compar sit laudátio. Amen. |
Oh saludable Hostia, que abres la puerta del cielo: en los ataques del enemigo danos fuerza, concédenos tu auxilio. Al Señor Uno y Trino se atribuye eterna gloria: y El vida sin término nos otorgue en la Patria. |
O
salutaris Hostia Quae caeli pandis ostium: Bella premunt hostilia, Da robur, fer auxilium. Uni trinoque Domino Sit sempiterna gloria, Qui vitam sine termino Nobis donet in patria. Amen |
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea el nombre de Jesús.
Bendito sea su sacratísimo Corazón.
Bendita sea su preciosísima sangre.
Bendito sea Jesús en el santísimo Sacramento del altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María santísima.
Bendita sea su santa e inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea san José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.
Amen.
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Alabad al Señor todas las naciones, alabadle todos los pueblos. Porque su misericordia ha sido confirmada sobre nosotros y la verdad del Señor permanece para siempre. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén. |
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Laudáte Dóminum omnes gentes, laudáte eum, omnes pópuli, Quóniam confirmáta est super nos misericórdia eius, et véritas Dómini manet in ætérnum. Glória Patri, et Fílio, et Spirítui Sancto; sicut erat in princípio, et nunc, et semper, et in sæcula sæculórum. Amen. |
V/ Viva Jesús
Sacramentado.
R/ Viva y de todos sea amado.
o bien
V/ Alabado sea el
santísimo Sacramento.
R/ Sea por siempre bendito y alabado.
Padre nuestro... Ave María... Gloria...
o bien
Jesús mío creo firmemente que estás en el santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo tenerte en mi alma. Ya que ahora no puedo recibirte sacramentalmenle, ven espiritualmente a mi corazón. Como si ya hubieses venido, te abrazo y me uno a ti: no permitas que me aparte de ti.