Dolores y Gozos
Primero
Estando desposada su madre María
con José, antes de vivir juntos se halló que había
concebido en su seno por obra del Espíritu Santo (Mt 1,18)
El ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús (Mt 1, 20-21).
El ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, pues lo concebido en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús (Mt 1, 20-21).
Segundo
Vino a los suyos, y los suyos no le
recibieron (Jn 1,11).
Fueron deprisa y encontraron a María, a José y al niño reclinado en el pesebre (Lc 2,16).
Fueron deprisa y encontraron a María, a José y al niño reclinado en el pesebre (Lc 2,16).
Tercero
Cuando se cumplieron los ocho días
para circuncidarle, le pusieron por nombre Jesús, como lo
había llamado el ángel antes de que fuera concebido
en el seno materno (Lc 2,21).
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt 1, 21).
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados (Mt 1, 21).
Cuarto
Simeón los bendijo, y dijo a
María, su madre: Mira, éste ha sido puesto... como
signo de contradicción... para que se descubran los pensamientos
de muchos corazones (Lc 2, 34-35).
Porque han visto mis ojos tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos; luz para iluminar a las naciones (Lc 2, 30-31).
Porque han visto mis ojos tu salvación, la que preparaste ante todos los pueblos; luz para iluminar a las naciones (Lc 2, 30-31).
Quinto
El ángel del Señor se
apareció en sueños a José y le dijo: Levántate,
toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y estate allí
hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño
para matarlo (Mt 2,13).
Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dice el Señor por el profeta: «De Egipto llamé a mi hijo» (Mt 2,15).
Y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dice el Señor por el profeta: «De Egipto llamé a mi hijo» (Mt 2,15).
Sexto
El se levantó, tomó al
niño y a su madre y regresó a la tierra de Israel.
Pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su
padre Herodes, temió ir allá (Mt 2, 21-22).
Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los profetas: será llamado Nazareno (Mt 2,23).
Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo dicho por los profetas: será llamado Nazareno (Mt 2,23).
Séptimo
Le estuvieron buscando entre los parientes
y conocidos, y al no hallarle, volvieron a Jerusalén en su
busca (Lc 2, 44-45).
Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas (Lc 2,46).
Al cabo de tres días lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los doctores, escuchándoles y haciéndoles preguntas (Lc 2,46).