La Eucaristía es el sacramento en el que el Señor sigue estando presente incluso más allá del momento de la celebración. Cristo quiere estar siempre con nosotros, a lo largo del paso de las horas y de los días. El lugar más sagrado de las iglesias es, precisamente, donde se custodia la Eucaristía, el sagrario.
Además de invitar a la oración personal ante el sagrario, también en la parroquia proponemos momentos de oración individual y comunitaria ante Jesús Eucaristía, expuesto en la custodia. Esto no es un lujo, es una necesidad como cristianos. Solo hay una cosa necesaria, Dios, y a Él le encontramos en la adoración eucarística.